«Hace 21 años que consumimos transgénicos en el Perú y ya deberíamos producirlos»

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Dr. Alexander Grobman , científico, investigador, promueve los cultivo transgénicos como una alternativa para acabar con el hambre.

Entrevista: Norma Rojas Marroquín 

La moratoria de 10 años -aprobada en el 2011- para el ingreso de semillas transgénicas al Perú termina en tres años (2021). En este tiempo los profesionales peruanos en biotecnología se han preparado suficientemente para producir diversos productos que nos hagan menos dependientes de las importaciones que hoy en día consumen gran cantidad de divisas, el maíz, por ejemplo para la producción de pollos y huevos, base de la alimentación popular.
El Dr. Alexander Grobman Tversky, investigador científico especialista en biotecnología, concedió a AgroNegociosPerú la siguiente entrevista en la que comenta en qué situación se encuentra nuestro paso hacia los transgénicos en el Perú.

Estamos a tres años de terminar la moratoria para los transgénicos. ¿Cuál es el panorama siete años después de esa decisión que los detuvo?
La producción de alimentos en el Perú sigue siendo deficitaria desde el punto de vista del consumo de la población, especialmente en el rubro de proteínas. El pescado es muy caro y la base de la alimentación popular es el pollo. La demanda de pollo en los últimos años ha ido creciendo, en un promedio de 8% anual.

Ese crecimiento se basa en dos puntos: el aumento de la población y el mejoramiento del estándar de vida que permite al consumidor tener más gastos en proteínas.

avicultura

Para producir pollos y huevos se requiere de maíz y soya. Nuestra producción de maíz ha estado prácticamente estacionaria en los últimos 10 a 11 años. Estamos con una producción de más o menos un millón de toneladas y cada año tenemos un incremento en consumo de maíz el cual tiene que suplirse con importación. Consumimos ya cerca de tres millones de toneladas, estamos llegando al 75% de dependencia de maíz externo e igualmente toda la soya, por supuesto.

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Si bien es cierto exportamos por casi 6 mil millones de dólares y eso nos permite tener una balanza positiva, tenemos en contra que vamos incrementando nuestra dependencia de otros países que producen maíz y soya 100% transgénicos.

Al mismo tiempo vamos a entrar en competencia con otros países como China e India y muchos otros que están también demandando el mismo producto. Estados Unidos, por ejemplo, va teniendo un incremento de su población acelerado. Todos esos países van a necesitar suplir su propia demanda, por ello tenemos que ver hacia el futuro, ver cómo cubrimos -si bien no todas nuestras necesidades- al menos avanzar en reducir la dependencia especialmente en maíz.

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Frente a los productos de la agroexportación, la producción de maíz no es atractiva en el Perú porque se produce muy poco…
En el Perú las áreas que se utilizan para la agroexportación son en realidad muy pocas. Las mejores tierras, el 80% de las tierras en la costa están en poder de pequeños y medianos agricultores y esos no están incrementando su productividad. Muchos de ellos podrían estar produciendo maíz. Ellos saben producirlo pero la realidad es que no tenemos todavía la posibilidad de llegar a rendimientos altos, entonces allí tenemos un área en la que pueden entrar los cultivos transgénicos.

aceite de soya

Con maíz transgénico no solamente tenemos la posibilidad de bajar los costos de producción mediante resistencia a insectos y menos uso de herbicidas en la costa, sino que hay posibilidades en la selva, en el departamento de San Martín especialmente, de aumentarse mucho la producción.

Por otro lado, en el Valle del Huallaga tenemos una precipitación distinta a la del Valle del Amazonas ,en la primera es menos de un metro al año concentrada en muy poco espacio (semiárido). Allí se podría utilizar maíces resistentes a la sequía y para ello hay un desarrollo muy interesante de transgénicos de ese tipo.

También es muy importante considerar que ya se ha desarrollado maíz transgénico de bajo consumo de fertilizantes especialmente de nitrógeno que es muy caro. Si pudiéramos reducir el consumo de nitrógeno a la mitad, como ya lo está haciendo Estados Unidos, sería una gran cosa. En este caso la planta transgénica es capaz de absorber más nitrógeno del suelo que una planta convencional.

¿Puede ser más rentable la producción de maíz y otros productos?
Es una relación de costo-beneficio. Estos avances que estoy mencionando solamente son en el caso del maíz. Pero también es válido para el algodón. El Perú ha perdido presencia en el mundo en el tema del algodón. Si en alguna época teníamos 260,000 hectáreas de algodón hoy día escasamente estamos llegando a las 20,000 y eso es debido dos factores: el tipo de algodón pima que tenemos -que sería el más competitivo o sea el de fibra extra larga- es un algodón de tipo de planta muy tardía, muy susceptible a la tropicalización por efecto de lluvias como las que hemos tenido el año pasado y toma mucho tiempo para obtener la cosecha.

Ningún país en el resto del mundo tiene un algodón tan tardío y tan difícil de producir. Nosotros creemos que es fácil pero hay años en que no se saca nada y luego los insectos están atacando todo el tiempo porque la planta tiene una progresión de formación de las bellotas que va desde abajo hacia arriba, en secuencia, de modo que hay que estar atacando la bellota de abajo, luego la del medio, luego la de arriba. En otros tipos de algodón toda la floración es simultánea, allí se aplica el plaguicida una sola vez o dos veces y se terminó, el costo es mucho más bajo.

Tenemos que cambiar el tipo de algodón. No sólo eso, hay muchas variedades, las hemos probado y han funcionado porque son los mismos pimas que los americanos desarrollaron hace mucho tiempo atras (el pima que tenemos nosotros es americano, vino en el año 1930 y desde allí no lo hemos cambiado). Estos nuevos pimas americanos ya no son públicos sino privados.

Entonces ahí tenemos dos opciones: o desarrollamos nuestros propios algodones transgénicos -y lo podemos desarrollar porque algunas de las patentes ya están vencidas- o podemos conseguir licencias como lo ha hecho la India.

algodon-India

La India tiene 780 híbridos de algodón transgénico
La India hoy día tiene 11 millones de hectáreas de algodón transgénico sobre un total de 12 millones de hectáreas, o sea un 90% es transgénico. ¿qué hicieron ellos? Ellos pagan por licencias por el uso de genes propiedad de Monsanto. Las compañías de semillas de la India compran e incorporan esos genes en sus propias variedades. Entonces ha habido algo así como 780 híbridos de algodón en la India producidos por 35 empresas de ese país que han desarrollado sus propias variedades y han pagado una pequeña licencia por utilizar para no tener que hacerlo de nuevo. Todo eso es factible, se puede hacer, podemos recuperar el algodón y hoy en día, paradójicamente, estamos importando hilados de algodón de la India.

¿qué investigaciones tenemos en el Perú al respecto?
Hay muchos casos así. También tenemos el caso de la papaya transgénica que estamos desarrollando en el Perú o también podemos recuperar la caoba y el cedro, especies en posible vía de extinción, y cuya tala está prohibida.

Conversando con amigos de la especialidad forestal me comentan que para hacer plantaciones de caoba y cedro el mayor problema es que hay un lepidóptero que arrasa con las plantas jóvenes.

Hoy día podemos colocar uno de los 300 genes de resistencia a lepidópteros en una de esas dos especies y volver a tener plantaciones de caoba o de cedro transgénicos resistente a este insecto.

Nosotros hicimos con el IICA y con los gremios un estudio que presentamos hace varios años, una cartera de proyectos al INIA y había más de 50 proyectos que se pueden desarrollar acá en el Perú en transgénicos , proyectos que están paralizados en estos momentos por la ley de moratoria.

¿Esos proyectos están paralizados por la moratoria?
La moratoria a los transgénicos ha paralizado una serie de proyectos valiosos para el desarrollo de nuestro potencial agrícola por un temor infundado. Yo entiendo que una tecnología nueva como la de los transgénicos, y por las diferentes opiniones que ha habido, hay que verlo con paciencia, hay que estudiarlo pero no negarlo.

La ley no habla de prohibir sino de demorar mientras que se forman las capacidades. Ha pasado el tiempo y yo creo que las capacidades están más que formadas, en el Perú tenemos en muchas universidades facultades de ciencias y departamentos de biotecnología con una gran cantidad de gente capacitada en el Perú. Hay biotecnólogos, bioquímicos, biólogos, bioinformáticos, genetistas, agrónomos, mejoradores, empresarios muy capacitados en la materia.

La moratoria a los transgénicos se declaró por 10 años, debe terminar en el 2021, estamos a 3 años. Mientras tanto en el mundo se está avanzando mucho y en varios niveles.

En un primer nivel se favorece a los agricultores que son los clientes primarios. Ellos ahorran en costos de producción e incrementan su productividad. Reciben más dinero por su producto.

El segundo nivel están los consumidores que se benefician de los mejores precios, disponibilidad de mayores cantidad de alimentos, etc. pero muchas veces no se dan cuenta de los beneficios, consumen más pollos, más huevos o el aceite de soya y no se dan cuenta de que es transgénico, no notan ninguna diferencia, porque no la hay,solo ve que ha bajado el precio.

Lo bueno es que encontrarán toda una batería de nuevos productos que le mejorarán su capacidad nutricional con la biofortificación genética de los alimentos. En muchos lugares los alimentos son deficientes por ejemplo en hierro qué es un factor necesario para los niños para que formen en edad temprana su masa cerebral. Si un niño tiene deficiencia de hierro muy temprano, ya no se recupera nunca más. Yo he visto esto en Egipto donde a lo largo del Nilo hay una cantidad de pequeños pueblos donde los niños sufren hemorragias internas por parásitos por la falta de facilidades sanitarias,así pierden hemoglobina, pierden hierro y quedan minusválidos mentales para el resto de sus vidas.
Ese es un problema que también tenemos en la amazonía y eso es serio. Entonces se ha visto la necesidad de la biofortificación del plátano, la yuca, para que sean genéticamente mejorados y tengan los microelementos que les falta.Ese proyecto ya se está llevando a cabo en gran escala en África con el apoyo de la fundación Bill y Melinda Gates que han donado millones de dólares para este fin.

Yo he tenido actividades en África como consultor del Banco Mundial y he visto personalmente como en varios países,uno de ellos es Uganda, ya se está trabajando con cultivos de banano, yuca y maíz biofortificados para que sean adoptados por la población. Las pruebas clínicas ya están hechas, ahora falta la aprobación de los cultivos.

El “arroz dorado” lo manejó un peruano

Otro proyecto similar en importancia es el de el “arroz dorado”que está desarrollando el Instituto Internacional del Arroz en Filipinas, un proyecto que se originó por investigadores de transgénicos en el Instituto Tecnológico de Zurich, Suiza, que también es sin fines de lucro, inclusive manejado por un colega nuestro el doctor peruano Jorge Mayer quien fue gerente del proyecto por varios años. Jorge está hoy en día viviendo en Australia pero estamos en contacto todo el tiempo. El proyecto pasó al IRRE y desde entonces una de las compañías de semillas, creo que ha sido Syngenta, le ha cedido una patente sin fines de lucro para que se desarrolle un arroz con mucho más caroteno o sea provitamina A, de allí su color dorado. Es probablemente el cultivo transgénico de segunda generación, es decir, en lo relacionado con el mejoramiento de la calidad nutricional.

Este proyecto está avanzando mucho, ya Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos le han dado la aprobación desde el punto de vista de ensayo clínico. El gran problema que hay en el sudeste de Asia es que los niños al igual que los mayores se alimentan tres veces al día de arroz , por lo que es necesario biofortificar con pro vitaminas A su comida principal. Así evitaríamos 200,000 casos de ceguera en niños. Estos son ejemplos de lo que se puede hacer con la biotecnología.

La cura del cáncer
Desde el 2011 para acá el avance de la ciencia en materia de transgénicos ha sido explosivo. Lo que ya se conocía es que en el caso de los transgénicos nosotros buscamos un gen que está en una especie que lo necesitamos en otra especie y que tomaría 100,000 años para que por evolución llegue ese momento a darse espontáneamente. Hoy día nosotros los genetistas sabemos dónde está ese gen y lo podemos poner donde se necesita.
Pero ahora hay otros avances tan importantes que ya se puede , con unas tijeras genéticas, “cortar” el ADN en un sitio preciso y sacar un gen dañino. Por ejemplo en el caso de los humanos tenemos muchos genes que accidentalmente han mutado y producen una situación de enfermedad crónica permanente de algún tipo y hoy día se puede prever aún desde el momento embrionario se puede extraer y eliminar ese gen dañino en un niño, lo mismo que en plantas y animales.

Entonces esto se llama sistema krisper que se ha desarrollado recientemente y que está funcionando en dos formas, una cortar el gen malo y eliminarlo, y otra es sintetizarlo y ponerlo allí donde se necesita. Entonces ya no es transgénico -de otra especie- sino que es de uno mismo. Un ejemplo de lo que se está haciendo y de la importancia que tiene esta nueva tecnología Krisper es que esto ha sido desarrollado simultáneamente en universidades por un lado la universidad de California y por otro en un instituto que trabaja conjuntamente la universidad de Harvard y el MIT Massachusetts Institute Technology.

Esas dos instituciones han desarrollado esta técnica que es una aplicación interesantísima de la tecnología genética con la que se ya ha podido curar el cáncer. Ya hay más de 6,000 casos de linfoma y enfermedades que vienen de alteraciones de la linfa que han podido ser curados. Funciona así: del tejido linfático se saca células cancerosas, se les modifica externamente, genéticamente “criándolas” en un laboratorio. Esas células T, las defensoras, las que producen los anticuerpos, se reinsertan en el paciente y esas van a buscar las cancerosas -las células cancerosas se mimetizan en tal forma que tratan ellas de defenderse de sus propios antagonistas que son las células humanas- a las células humanas no las matan. De esta manera nos olvidamos de la quimioterapia y la radioterapia.

Incluso ha habido un caso de una persona que hizo una metástasis cancerosa que ya estaba en fase terminal y le han reintroducido las células en EE.UU. y en cuestión de dos meses ha ido matando todos los cánceres. Por ello, recientemente el gobierno de Estados Unidos acaba de firmar una ley por la que permite a las personas que se encuentren enfermas en estado terminal que autoricen si desean que se experimente métodos médicos que están probándose como este.

Es hora de dejar el miedo
Entonces ya estamos haciendo transgénicos en humanos para beneficiarnos a nosotros mismos. Ya es hora de quitarse de la mente todos esos temores y prejuicios. Claro, eso no significa que en cada caso no haya que hacer un reconocimiento previo de acuerdo a un protocolo y ver si hay o no hay posibilidades de daño, eso es lo que se está haciendo, pero no llegar pues al extremo de prohibirlos por un temor infundado.

En el caso de la salud humana tengo que aclarar que ya llevamos 21 años consumiendo transgénicos y no ha habido un solo caso en el mundo de alguna consecuencia por consumo de alimentos transgénicos. Se calcula que en un supermercado en Estados Unidos hay entre 60,000 a 80,000 productos de distintas marcas que contienen ingredientes transgénicos. Acá en el Perú debe haber unos 30,000 productos con algún contenido transgénico. Están por todos lados, los consumen 60 países todos los días, son trillones de bocados que come la gente y no pasa nada. Tan así es que hubo una declaración hace dos años de 132 premios Nobel que han dicho que ya que es tiempo de que la gente tome conciencia de que no hay daño con los transgénicos. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos el año 2016 también se manifestó igual en el sentido de que no ha pasado nada ni va a pasar nada malo.

DR. ALEXANDER GROBMAN TVERSKY . Estudió Agronomía en la Escuela Nacional de Agricultura (hoy Universidad Nacional Agraria La Molina) y en Ohio State University, donde se graduó con un BSc Agr (cum laude) en Agronomía y continuó estudios de postgrado en Agronomía en la misma Universidad. Terminó sus estudios de post-grado en Harvard University con beca de la Fundación Rockefeller, donde obtuvo el grado de PhD en Biología con especialidad en Genética en 1962.Ha sido Director de organizaciones de Investigación agrícola en el Perú desde muy temprano en su carrera profesional: Estación Experimental Asociación de Agricultores de Cañete, Programa de Maíz Escuela Nacional de Agricultura hoy UNALM, Dirección de Investigación Agrícola del SIPA, fundador y primer director del INIPA hoy INIA, director de la Asociación Tabacalera de Investigación Científica y Tecnológica, Consultor del Programa de Investigación en Cebada de Maltería Lima, Director General Asociado del Centro Internacional de Agricultura Tropical donde inició actividades en biotecnología. Ha sido director de investigación en empresas de semillas, Northrup, King and Co. por diez años a cargo de investigaciones en América Latina y en las empresas del grupo peruano de semillas Penta con sus filiales en Perú, Colombia, Panamá, Venezuela y Estados Unidos. Estuvo en tres oportunidades en directorios de CONCYTEC y allí trabajó en el desarrollo del Plan Nacional de Biotecnología, que es el primer plan nacional del CEPLAN. Sus primeros estudios sobre biología molecular fueron con el Dr. James Watson, codescubridor de la estructura del ADN y su primera publicación sobre el Código Genético pronosticando su uso para una revolución del mejoramiento genético la hizo en la revista Fitotecnia Latinoamericana en 1965.

5 comentarios

  1. Y todavía con orgullo lo publican de las basuras que producen para el consumo humano, que asco, con razón en peru ahora hay tantos diabéticos, con cancer y con otras enfermedades y es culpa de esta gente que hacen transgénicos productos para el consumo humano

  2. El resultado es que los agricultores que no saben o no pueden lograr las condiciones especiales que requieren semillas tan caras quiebran y a menudo se suicidan. «A nivel nacional 290.000 agricultores se suicidaron en los últimos 20 años», explicó Dr. G. V. Ramanjaneyulu, investigador del Centro para la Agricultura Sostenible. «El algodón Bt fue promovido como algo que en en realidad resolvería los problemas de los agricultores indios que cultivan algodón. Pero algo que fue promovido como la solución de la crisis crea aún más problemas», afirma otro científico agrícola, Kirankumar Vissa, quien califica de «engaño» lo que hace Monsanto.

  3. Los agricultores indios se ven obligados a cultivar algodón modificado genéticamente de Monsanto, pese a que éste es un 8.000% más caro que los demás y además necesita condiciones especiales para crecer. Cientos de miles de agricultores a los que el gigante estadounidense no informó sobre los riesgos que corrían se han suicidado.

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