
Por : José Calderón
Luego de 40 años sin mantenimiento, más de 100 kilómetros de túneles muestran un grave deterioro: fugas de agua, desgaste estructural y múltiples problemas derivados del abandono. Sin embargo, el momento decisivo para resucitarlos y llevarlos a su máxima capacidad —hasta soportar los 40 metros cúbicos por segundo que demandarían los proyectos Majes Siguas I y II— se aproxima.
Sin estos túneles en óptimas condiciones —y si no se plantea una alternativa real para el traslado de agua—, nadie querrá invertir en las nuevas tierras del Proyecto Majes Siguas II.
Los túneles, por los que incluso puede atravesar un automóvil, son la arteria aorta de ambos proyectos. Pero nunca han operado a su capacidad máxima: actualmente, apenas transportan 12 metros cúbicos por segundo.
Mientras el Gobierno Nacional adelanta los primeros pasos para la “puesta a punto” de la antigua infraestructura de irrigación del Majes I —paso previo indispensable para dar vida al Majes Siguas II—, el Gobierno Regional de Arequipa intenta mostrarse proactivo con el rescate de uno de los túneles fundamentales: el número 9.
El Proyecto Especial Integral Majes Siguas (PEIMS) – Autodema del Gobierno Regional de Arequipa ha anunciado que ya se han iniciado trabajos especializados de mantenimiento en los tramos críticos del Túnel 9, pertenecientes al sistema de aducción Tuti – Túnel Terminal del proyecto Majes Siguas.
Se ha aprobado un diseño de S/ 644,000 para estas mejoras, que —según el cronograma oficial— deben concluirse en 81 días. Sin embargo, para algunos observadores, como el ingeniero Julio César Castro, esto no es más que un “analgésico”, ya que la reparación real podría demandar varios millones de soles.
Durante más de cuatro décadas no se ha dado mantenimiento a los túneles y canales que deben transportar el agua necesaria para las dos etapas del proyecto. En lugar de los 30 metros cúbicos por segundo previstos, actualmente solo se logra trasladar 12 m³/s.
Un estudio reciente ha identificado 10 puntos críticos en la infraestructura, los cuales podrían colapsar en cualquier momento. Uno de estos puntos ya ha sido reparado y las labores en el segundo ya han comenzado.
Sin embargo, surge una pregunta de fondo: ¿vale la pena invertir decenas de millones de dólares en reparar un túnel tan antiguo? Todos saben que existen otras opciones. La segunda alternativa consiste en eliminar el túnel actual y construir un canal paralelo con la misma capacidad. Y la tercera opción es la construcción de un túnel paralelo con capacidad para transportar hasta 18 metros cúbicos por segundo.
Estas decisiones se tomarán una vez que Proinversión contrate a la empresa consultora que deberá realizar nuevos estudios y proponer la mejor alternativa para modernizar todo el proyecto. Solo entonces el sistema será lo suficientemente atractivo para captar inversores.