Por José Calderón Torres
Las grandes marcas, enriquecidas siempre por una historia potente, robustecidas en el tiempo, así sean sus orígenes remotos, se hacen con calma y en silencio. Pasó con el Champagne, cuando por casualidad el tranquilo bodeguero Pierre Mont Perignon, sacerdote fabricante de vinos para iglesias, tras mezclar cepas de uvas blancas desconfió de su experimento, un vino blanco, bueno, al cual no sabía cómo quitarle la espuma de su segunda fermentación -esta vez en botella-. A ese espumoso, le llamó “vino malo” cuando en verdad inventaba el champagne. No le dio importancia hasta que los ingleses, que solían importar el vino de Francia, lo probaron y pese a no tener las mejores recomendaciones del sacerdote empezaron a solicitarlo con un “también véndame ese que usted llama vino malo”.
Difícil camino el del rey de los vinos, el champagne, que como todo producto de gran calidad pasa por tamices e historia.
Algo así vaticinamos que va a pasar con el café de Inkawasi, particularmente de la Cooperativa Agraria Cafetalera San Fernando, al hacerse del segundo lugar del concurso internacional IV Premios Café SPP 2020, nada mal, considerando que ya tres veces obtuvo el premio, cediendo esta vez el privilegio del primer lugar a un café de Guatemala, de la cooperativa FECCEG. El tercer lugar también lo tiene una empresa peruana, El Milagro.
El sello SPP es uno de los de mayor prestigio en el mundo no solo porque agrupa a unos 400 mil caficultores, por tanto pequeños, de todo el mundo, brindando una certificación de que todo el proceso del grano fue limpio, orgánico, comercialmente justo, y eso sí, de excelente calidad.
Esto es un abrir de puertas a miles de supermercados cada vez más exigentes en los orígenes y trazabilidad, cosa que se hace más difícil para sellos como este que deben atravesar selvas, sierras abismos, viajes interminables, hasta en acémilas, antes de colocar el sello de garantía.
Calidad pese a la pandemia
Pero como se trata de un negocio, la calidad no puede estar por debajo de estas consideraciones éticas y el sello SPP cuentan con catadores de los más experimentados del mundo, cuyos sentidos pueden identificar los cafés finos, y por tanto mejor valorados del mundo.
Estaba programado el esperado concurso. Pero ocurre que la pandemia de COVID-19 arruinó todos los planes. “desgraciadamente se tuvo que cancelar la catación pública final en el marco de la feria de cafés especiales más grande del mundo, la SCA”, fue lo que comunicó la certificadora. Pero finalmente “nuestro Tostador Selecto Premios SPP 2020, Cafeto Coffee Company de Eugene, Oregón, EEUU, también tostador de la marca SPP Café Mam de la misma ciudad, orgullosamente SPP, hizo la gran hazaña de organizar un panel de catación de Q-grade, bajo protocolo SCA adaptado a COVID-19 con las muestras de café verde orgánico certificado que entregaron las organizaciones de productores SPP”.
Una proeza, realmente, y para la historia. Como los viejos catadores de vinos ingleses que fueron por champagne a la Francia de Momt Perignon los catadores parecieron muy a gusto con esta extraña situación de pasar los días de encierro catando.
Por ejemplo, Nelly Miranda, catadora certificada ‘Q-grader’ de Cafeto Coffee Company que narró. ”Fue para nosotros un verdadero honor y placer poder catar estos exquisitos cafés. No sólo nos encantaron a los catadores, sino todo el personal de Cafeto Coffee realmente los disfrutó mucho”. “Destaca la variedad de aromas y sabores encontrados en estos selectos cafés, que varían de chocolate, frutas secas, limón, ciruela y flores a nuez tostada, azúcar morena, canela, mantequilla, y maní.” Los tres cafés son de arriba de 1100 metros sobre el nivel del mar y los tres son procesados bajo el método de un lavado tradicional, produciendo ‘tazas equilibradas’ con altos puntajes en homogeneidad.
Una cooperativa que ha hecho del café su vida, su historia, considerando sus tierras encajonadas en las más lejanas montañas andinas, entre Cusco y Apurímac, vuelven a hacer una hazaña, segundos entre 65 organizaciones de 15 países cafetaleros como Colombia, Indonesia o Eiopía, los coloca entre los schrats de la calidad, como cuando en los 80 sus padres o ellos mismos fueron campeones de la supervivencia y la organización, pues estaban solos y debían esquivar las balas de Sendero Luminoso refugiándose por las noches en sus cafetales.
Como AgroNegociosPerú podemos con orgullo decir que conocemos estas tierras, el orígen de sus granos, el trabajo laborioso de los caficultores de Inkawasi, quienes cooperativizados y con una mezcla de tradición inca, conocimiento y urgencia, lograron aprovechar las condiciones naturales de sus suelos interandinos, ni tan húmedos como la selva, pero a veces tan áridos como la más dura sierra. Felicitaciones Mario Velarde Champi, productor de San Fernando!