
La reacción del gobierno peruano ha sido adecuada al optar por la cautela evitando una respuesta precipitada, frente a la imposición de EE.UU. de cobrar aranceles del 10% a productos peruanos que ingresen a su territorio. «El gobierno ha hecho bien al evaluar la situación y solicitar una cita con las autoridades norteamericanas. Estoy seguro de que las negociaciones nos llevarán a buen puerto», señaló el ex ministro de agricultura, Ismael Benavides.
Manifestó que no todo es negativo respecto a este tema pues países competidores de Perú como Vietnam y Sudáfrica enfrentan tasas hasta tres veces más altas que las aplicadas a nuestro país.
«Vietnam tendrá un arancel del 46%, Sudáfrica del 30% y China del 34%, mientras que a Perú se le aplicará solo un 10%, el más bajo de todos los fijados por el gobierno estadounidense», precisó Benavides, quien también fue banquero.
Benavides considera que, más allá del impacto inmediato, estas medidas representan una oportunidad para el país. «Estados Unidos está estableciendo aranceles muy altos para luego sentarse a negociar con los países con los que tiene desequilibrios comerciales. Por ejemplo, Vietnam tiene un superávit de 150 mil millones de dólares con Estados Unidos. Washington quiere reducir ese margen, y lo hará exigiendo mayores compras de productos agrícolas y tecnológicos estadounidenses», explicó.
Además, advirtió que Estados Unidos exigirá estándares laborales más estrictos, incluyendo la erradicación del trabajo infantil, así como prácticas tributarias más equitativas. “Van a tratar de nivelar la cancha”, subrayó.
En el ámbito agroexportador, Benavides recordó que Perú produce en contraestación con Estados Unidos, lo que representa una ventaja. Recordó que las uvas en Estados Unidos se cosechan entre agosto y octubre, mientras que Perú puede abastecer en los meses opuestos. “Esto debe ser aprovechado con inteligencia”, sugirió.
Llamó también la atención sobre la urgencia de aprobar la nueva Ley Agraria en el Congreso, la cual exoneraría de impuestos al sector agrícola. «Esa ley lleva meses esperando. Tiene que aprobarse más allá de críticas demagógicas. Es clave para hacernos más competitivos», dijo.
Respecto a las prácticas de dumping, señaló que se debe entender el malestar estadounidense frente a productos subsidiados, particularmente desde China. “La Sociedad Nacional de Industrias ya se ha quejado del ingreso de acero, tubos y otros productos chinos subsidiados. Eso debe preocuparnos especialmente con el nuevo puerto de Chancay”, advirtió.
Benavides insistió en la necesidad de proteger la industria nacional, “siempre que sea competitiva”, y reveló que más de 50 países ya han solicitado reuniones con el gobierno norteamericano para negociar condiciones, comenzando por Vietnam, que fue el más golpeado por los aranceles.
«Esto es un proceso en desarrollo. Puede abrir oportunidades en textiles, productos agrícolas y otros sectores. Pero para aprovecharlas, el país debe ofrecer condiciones adecuadas. El Estado tiene que apoyar y las empresas volverse mucho más productivas», remarcó.
Finalmente, señaló que el trasfondo de estas medidas es la necesidad urgente de Estados Unidos por reducir su déficit fiscal (6,3% del PBI) y su abultada deuda pública (123% del PBI). «No pueden seguir endeudándose indefinidamente. Están ajustando con aranceles y reduciendo gastos, como lo hace Elon Musk en sus empresas», dijo.
«Estados Unidos es una potencia con una economía innovadora y capacidad de recuperación enorme. Yo recuerdo que en 2008 algunos decían que era el fin del capitalismo, pero la economía estadounidense siempre ha salido adelante», concluyó.
Con información de Rey con Barba-Willax