
Una experiencia negativa, el Fenómeno del Niño Costero que azotó el norte peruano en el año 2017, trajo una secuela de pérdidas en la agricultura pero también dio oportunidad a muchas empresas de repensar sus procesos y dar paso a mejoras como el reemplazo de portainjertos en vid.
Tal fue lo que experimentó Elizabeth Miranda León, agrónoma, jefe de producción de la zona norte en la empresa Vivero los Viñedos quien vio como las lluvias de El Niño destruían las áreas donde hacía producir su material madre. “Las aguas inundaron nuestros campos y como consecuencia de ello tuvimos los porcentajes más bajos de prendimiento (de plantas de vid) en la historia del vivero” comenta.

“Nosotros tenemos un programa de visitas de nuestros clientes donde ellos pueden observar la evolución de sus plantas. Pero en el 2017, en cada visita que nos hacían sólo notaban el bajo prendimiento. Naturalmente empezaron a exigirnos soluciones inmediatas.
Por suerte en esos momentos contábamos con un pequeño lote de plantas a raíz desnuda del portainjerto salt creek y patrones enraizados que siempre tenemos en caso de algún imprevisto”, recuerda.
Rápidamente empezamos a injertar para tratar de completar los pedidos y pudimos cumplir aunque a destiempo. No obstante se logró entregar el 100% de nuestros pedidos en marzo del 2018, agrega.
El mejor año
Esa crisis nos obligó a comprometernos a que la próxima campaña, 2018, tenía que ser la mejor. Hicimos una reestructuración general de todos nuestros procesos y este cambio nos hizo alcanzar el 70% de prendimiento, de plantas efectivas en salt creek, el más alto en la historia del vivero. Así, pasamos del peor año al mejor año. Pudimos superar de lejos la meta del 55% de prendimiento tanto así que al término de nuestros despachos nos quedó excedentes de muchos de nuestros clientes y los pusimos a disposición de los representantes de los distintos programas de mejoramiento genético (IFG, SUNWORLD, SNFL entre otros), manifiesta la Ing. Miranda.

Salt creek, el mejor portainjerto
Ahora en su huerto madre solo maneja el portainjerto salt creek ya que es el que mejor se adapta a la estructura de los suelos nacionales y con ellos ha reemplazado a MGT 10114, Harmony, SO4 y Freedom, que anteriormente usaban y que también son buenos pero para otras estructuras de suelos.

“Los salt creek tienen mucha aceptación entre los productores de uva del Perú ya que los suelos en la costa peruana son arenosos, pobres, con poca actividad química y de bajo contenido de materia orgánica.
Este portainjerto transfiere a la variedad características como: un alto vigor, tolerancia a nemátodos, resistencia a sales, resistente a sequías (por su abundante cabellera radicular), siendo el más conveniente para mejorar la productividad de los campos. “Con salt creek hemos llegado a tener una participación del casi 95 % del total de nuestras ventas”, manifiesta.
Recambio varietal
“Ahora, con el recambio a nuevas variedades patentadas que se caracterizan por ser más productivas, con una mayor fertilidad, con una mejor estructura de racimo, con un manejo de canopia menos tedioso, menos AG3 en crecimiento de baya, con mayor aceptación en el mercado internacional por diferenciación en color y sabor, etc. se permite al productor licenciado, de los distintos programas, tener una ventaja sobre los que aún no la tienen”.
Patentadas con mayores áreas
Hoy por hoy la variedades patentadas con mayor área en Perú son Sweet globe, sweet celebration de IFG, Autumn crisp, Sable, Midnight beauty de sunworld, Ivory, Allison y Timco de SNFL.
“Me siento muy orgullosa de que seamos un país que de haber sido invisible en la agroexportación de uva y palto hace unos años atrás ahora estemos bien posicionados con un crecimiento anual del 20% en uva y 200% en palto y que haya contribuido con este desarrollo de los dos principales cultivos que propago en vivero”, comenta.
Apasionada por el agro

Elizabeth Miranda León es Jefe de producción de Vivero Los Viñedos en la zona de San José de Virú, la segunda sede más grande de esta empresa después de la de Chincha. Está a cargo de los procesos de producción de 50 hectáreas de plantas madres de vid, 5 Has. de plantas a raíz desnuda y 4 Has. del huerto de yemas de vid. que es el material vegetal que se utiliza para el proceso de propagación. Con cuatro invernaderos con una capacidad de 2 millones de plantas de vid en bolsa y 100,000 plantas de palto en bolsa.
Nació en Paiján, La Libertad, es Agrónoma de la Universidad Privada Antenor Orrego. Su pasión por la agricultura se la inculcaron dos personas: Rafael Miranda Leyva, su padre, y Mercedes Auris, su jefa y amiga.
“Desde muy pequeña acompañaba a mi padre a cosechar tomate, maíz, escabeche, etc. También realizaba otras labores que incluían agarrar la palana para deshierbar o acomodar surcos. Recuerdo que al principio no me gustaban estas labores pero luego comprendí que su propósito fue hacerme fuerte e independiente. Estoy segura que si aún viviera trabajaríamos juntos”.
Mercedes aparte de transmitirme todos sus conocimientos me enseñó que el ser humano puede lograr todo lo que se propone en esta vida y mejor si se rodea de buenas personas.
Su madre doña Lupe Teresa León Flores ha sido reelecta hasta cuatro veces como alcaldesa en el distrito de Puerto Malabrigo. De ella aprendió la importancia de la honestidad y transparencia en el trabajo.