
Efraín Puma, es un pequeño productor de cacao que ya ve su nombre en grandes caracteres en diarios y revistas a nivel nacional e internacional. En Quillabamba produce desde hace 35 años el mejor cacao, el llamado «chuncho» y no solo lo vende como materia prima sino que, con sus hijos, ha adquirido la maquinaria necesaria y está produciendo los más deliciosos y finos chocolates. Tiene su propia marca -Pumatiy- y exporta y provee diversos productos al mercado nacional.
Reclama asesoría técnica del Estado para sus vecinos agricultores y productores de cacao, a fin de incrementar la producción junto con ellos y lograr volúmenes de calidad en cosecha y post cosecha que el mercado exige.
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Solidaridad y asociatividad
A pesar de que durante la pandemia la industria no quería comprar el cacao a los productores o pagaba precios muy bajos, Efraín Puma, prácticamente ayudó a sostener a otros productores comprándoles su producción manteniendo un precio justo. Ahora muchos de esos agricultores pequeños se han convertido en sus proveedores de cacao en «baba» .